Hay una falsa creencia ahí fuera que nos tiene a todos muy engañados, en muchos aspectos de la vida. Esa vieja creencia de que cuanto más tenemos, más ricos somos. Una idea que nos ha llevado a creer que más siempre es mejor. Y que el lujo siempre viene acompañado de muchas cosas.
Pero esta falsa creencia lleva en crisis desde hace siglos. La propia María Antonieta ya se dio cuenta allá por 1783 de que la vida de palacio y su opulencia no eran precisamente sinónimos de lujo y cada vez son más las personas que, en todo tipo de ámbitos, apuestan precisamente por lo opuesto: la simplicidad.
Lo simple gana terreno a lo opulento, a lo complicado y a lo sobrecargado. También en el mundo digital. Cada vez son menos los productos o servicios que prometen soluciones que cubren absolutamente todas las necesidades de sus usuarios. Porque la simplicidad es un valor al alza.
En este artículo hablaremos sobre ese valor que tan ignorado es a veces y le pondremos nombre: el Single-Purposed Design. Te explicaremos las claves para entender este enfoque de diseño digital y por qué es importante tenerlo en cuenta a la hora de dar vida a tus productos y servicios.
¿Qué es el Single-Purposed Design?
El que mucho abarca poco aprieta. Como bien dice el refrán, aquellos productos que están diseñados para responder a miles de necesidades u ofrecer miles de servicios diferentes, están abocados al fracaso. Y el Single-Purposed Design es el diseño que trata de huir precisamente de ello.
Cuando nos referimos al Single-Purposed Design, hablamos de una filosofía de diseño que busca que un producto o interfaz se concentre en resolver un único problema de forma clara, eliminando distracciones. O sea, el diseño que tiene un objetivo claro y trabaja por lograrlo.
La simplicidad no significa tener que renunciar
Puede que estés pensando: pero si mi producto o servicio ofrece varias soluciones, ¿tengo que renunciar a alguna de ellas? La respuesta es no. La clave del Single-Purposed Design no se trata de renunciar, si no de diseñar bajo un único objetivo.
La mayoría de productos o servicios incluyen más de una herramienta, solución o servicio. Pero solo aquellos que son capaces de reunirlas dentro de un único propósito son las que consiguen darle sentido a su diseño. Te ponemos un ejemplo:
Google es un buscador con múltiples servicios más allá de su clásico buscador. Uno de ellos es Google Lens, un buscador a través de imágenes. Son dos servicios diferentes, pero en el caso de Google ambos se complementan y funcionan porque el propósito de la marca (y su diseño) es único: facilitarte la búsqueda de todo lo que necesites. Sea en el formato que sea.
Por qué es importante la simplicidad para la UX de cualquier producto o servicio
Un diseño con un único propósito es más simple. Y reducir la carga cognitiva de los usuarios siempre está bien. Sobre todo si tenemos en cuenta que la capacidad de atención de los seres humanos no ha hecho más que reducirse en las últimas décadas.
Pero lo cierto es que las ventajas del Single-Purposed Design van mucho más allá de la mera simplicidad. Tener un único propósito a la hora de diseñar tiene impacto sobre muchos elementos más:
- Mejora la usabilidad – Los productos y servicios diseñados con un único propósito son más fáciles de utilizar y la navegación es mucho más intuitiva. Si diseñas teniendo en cuenta un único objetivo, el usuario que utilice tu producto bajo esa premisa se moverá de forma más natural a través de él. Como Pedro por su casa.
- Reduce el tiempo de aprendizaje – Cuando las cosas están claras y no hay segundas intenciones o servicios alternativos, el usuario se familiariza con mayor rapidez y no necesita tanto tiempo para entender tu producto o servicio. Los productos complejos con miles de herramientas o servicios sobrepasan muchas veces a los usuarios recién llegados.
- Incrementa la satisfacción del usuario – A todos nos gusta conseguir lo que buscamos lo más fácil y rápidamente posible. Por eso, un diseño Single-purposed facilita a los usuarios lograr sus objetivos dentro de tu producto o servicio y les hace sentirse más satisfechos consigo mismos (y contigo, claro).
Cómo poner en práctica la simplicidad en tu diseño UX
Suena más fácil de lo que es. El lujo de la simplicidad es un lujo por esa misma razón: no es sencillo y no todo el mundo es capaz de ponerlo en práctica. Pero se puede hacer. Solo hay que tener la suficiente paciencia para tomar las decisiones indicadas y ceñirse a un plan concreto.
#1 ¿Cuál es tu propósito?
El primer paso (y probablemente el más importante) para un Single-Purposed Design es tener claro cuál es ese propósito único al que quieres ceñir tu producto. ¿Qué quieres que los usuarios consigan al utilizar tu producto o servicio?
Como ya hemos comentado antes, la cuestión no se trata de renunciar, sino de reenfocar tu diseño y encontrar ese único propósito que dé sentido y continuidad a tu producto o servicio. Muchas veces es una cuestión de perspectiva que te ayuda a unir los puntos y crear un diseño único y con sentido.
Si tu producto o servicio cuenta con muchas herramientas o soluciones diferentes, el reto está en saber conectarlas todas. Algo que te puede ayudar a encontrar ese “propósito compartido” es analizar cuál es el uso que hace tu usuario de las diferentes herramientas y comprender el journey que sigue. Muchas veces, ese journey es la clave para dar con el propósito.
#2 Deshazte de lo que no suma
En ocasiones, toca renunciar. Y es que cuando tengas tu propósito bien claro, es posible que te des cuenta de que hay elementos en tu diseño que no están sumando absolutamente nada para ser Single-purposed.
Pasos que no suman, elementos del diseño que solo estorban y frenan la experiencia del usuario, servicios que nadie utiliza… Siempre es importante que hagas un análisis en profundidad de tu diseño actual y te hagas una pregunta: “¿Esto aporta algo al propósito de mi diseño?”.
Menos es más. Y mantener elementos inútiles en tu diseño puede tener un efecto negativo sobre tus resultados. Los usuarios buscan soluciones simples sin elementos que les desconcentren de su objetivo principal. Ayúdales con un diseño más sencillo.
#3 Testea la fluidez de tu usabilidad
Cuando hayas dado un diseño single-purposed que responda de forma simple a tu propósito es hora de ponerlo a prueba. Muchas veces, creemos que nuestros usuarios entenderán la lógica de nuestro diseño, pero la realidad acaba siendo muy pero que muy diferente.
Con varios tests de usabilidad podrás entender cómo interactúan realmente los usuarios con tu producto y si realmente tu diseño actual cumple con su propósito. Analizando cómo fluyen los usuarios por tu producto o servicio podrás ver si estás ayudándoles a cumplir con su objetivo.
Los tests continuos te permitirán identificar cómo tu propósito puede ir tomando formas diferentes. El Single-purposed Design no necesariamente es algo estático. Al contrario: al tener un único propósito es más fácil identificar cambios de necesidades y actualizar el diseño para darles respuesta.
Convierte tu diseño UX en un diseño Single-Purposed con Boost y mejora tus resultados
Para que tu diseño sea Single-Purposed a veces es necesario verlo desde otra perspectiva. Y para eso estamos aquí: para ayudarte a identificar cuál es el propósito real de tu producto o servicio y dar forma a un diseño que este 100% orientado a él. Un diseño simple y eficaz.
En Boost somos expertos en diseñar experiencias de usuario Single-Purposed que conecten con las necesidades reales de tus usuarios. Y además, siempre validamos nuestros diseños con tests de usabilidad y resultados sólidos. Solo cambiamos algo si realmente funciona.
Así que si buscas un Single-Purposed Design que realmente funcione y tenga impacto en los resultados de tu negocio, escríbenos hoy mismo.