¿Quién eres y cómo fueron tus inicios en el mundo digital?
Hola, soy Oriol y empecé en este mundo en 1998, cuando aún estaba todo por hacer. La era de los módems, las llamadas telefónicas y los padres enfadados por el precio disparado de la factura de teléfono.
Todo ello me pilló entre medio de una ingeniería agrónoma (que no terminé) y una carrera en nutrición humana. El proyecto de final de carrera que entregué era una universidad online para aprender sobre nutrición. Así que empecé a adentrarme en el mundo digital por ahí.
Qué interesante. ¿Y cómo evolucionó tu carrera?
Después de acabar la carrera, llegué a unos departamentos online muy incipientes: primero Nestlé y después Novartis. Al final eran empresas muy grandes que se lo podían permitir en ese momento.
Más tarde, llegué a Multiplica, una consultora especializada en proyectos digitales referente en Cataluña y España, me convertí en Socio y Director de Consultoría. Nuestro enfoque siempre ha sido el mismo: lograr que tanto usuarios (quienes compran el producto o servicio) como clientes (quienes financian el proyecto) estén contentos. ¿Cómo? Creando experiencias de usuario muy buenas basadas en la seducción, no en el engaño. Queríamos convertir y asegurarnos de que todos estuvieran felices.
Finalmente, tras muchos años y más de 250 proyectos, decidí salir e ir a dirigir el área de ecommerce en Planeta, el área de UX y Conversión en Casa del Libro y tras unos años, fui el CPO del Banco Sabadell. Después del banco aterricé en una startup de libros que se llama Bookish. He estado un año con ellos ayudándoles y creando cultura online. Y, por último, me llamaron de Dogfy y aquí estoy. A mi me encantan los perros. Creo que estamos haciendo un proyecto donde perros y dueños son felices. Y, a la vez, los fundadores de esta empresa también están felices porque estamos consiguiendo vender más y mejor.
Siempre he hecho proyectos buscando que sean honestos, que estén bien hechos, que sean apetecibles y que provoquen cierto placer cuando los usas… pero que estén enfocados a los números.
¿Puedes explicarnos más sobre algunos de tus proyectos destacados?
Durante mi tiempo en Multiplica, participamos en muchos proyectos, y muy chulos. Trabajamos con aerolíneas como Iberia, Vueling, Volotea y Binter, así como en el sector turístico con Hoteles Meliá y Pullmantur. Son unos sectores divertidos, con muchas posibilidades de negocio.
El mismo año que trabajamos Vueling, ganamos el premio de diseño Laus y también al mejor e-commerce de España. Con lo cual, se unió eso que buscábamos: algo muy bien hecho y estético, con algo que funcionaba y generaba negocio.
¿Cómo defines tu enfoque en la creación de experiencias digitales?
Siempre he hecho proyectos buscando que sean honestos, que estén bien hechos, que sean apetecibles y que provoquen cierto placer cuando los usas… pero que siempre estén enfocados a los números.
Y, a nivel de equipo, siempre he pensado que tienes que tener un equipo pequeño, muy bueno y muy especializado. Me gusta tener el mejor copy, el mejor UX, el mejor UI, el mejor Front-end… Gente de confianza, de fiar, que le guste lo que hace. Creo que siempre he tenido mucha suerte con eso, al final uno solo no es nada.
Y, por supuesto, creo que también hay una parte crucial: te tienes que fiar de tu intuición y de los números.

Háblanos de tu perspectiva sobre la analítica de datos.
En relación con la analítica de datos, yo empecé bajándome los logs de servidor y trabajándolos de forma manual en Excel. Luego aparecieron algunas herramientas que con esos logs te daban una analítica muy básica.
Años más tarde, aparecieron herramientas de medición algo más potentes y algunos libros de cómo aplicar todo esto a un negocio online. Google luego lo democratizó todo con Analytics, se podía trabajar mucho y se integraba muy bien con la visión de negocio y áreas de dentro de nuestro gremio.
Sin embargo, tras 20 años haciendo métricas enfocadas a producto y CRO, te das cuenta de que todo se está especializando mucho al detalle. Ahora además de saber hacer bien la pregunta, también tienes que saber encontrar la respuesta y es algo más complejo. Las herramientas actuales, como la nueva versión de Analytics, ha perdido un poco la capa de usuario. En mi opinión, ahora mismo el panorama es un poco de “analista feliz, usuario confuso”.
En el mundo ha habido muchas disrupciones: la industria, los ordenadores, Internet, IA, etc. Pero lo que hacemos (el QUÉ) es constante. Lo que está cambiando es la manera en que lo hacemos (el CÓMO).
¿Y cómo ves la evolución del mundo digital y la inteligencia artificial?
Creo que lo que estamos haciendo en el ámbito online no tiene nada de mágico. Es algo que hemos venido haciendo desde hace miles de años. Al fin y al cabo, el comercio electrónico es comercio. En su momento, los seres humanos intercambiábamos conchas, palos… Es comercio, lo único que ocurre es que ahora sucede en un entorno diferente. En el mundo online tienes que transmitir tu propuesta de valor muy bien, seducir a los usuarios y tratar bien a tus clientes para que repitan. Y esto, al final, es lo que hace un comercio de barrio también, si lo hace bien.
También creo que es muy difícil que te pidan hacer algo que no se ha hecho antes. En el mundo ha habido muchas disrupciones: la industria, los ordenadores, Internet…Más adelante estoy seguro de que también habrá un cambio en el sector de la banca. Google tal vez se convierta en banco o las propias marcas. Pero, en el fondo, lo que hacemos (el QUÉ) es constante. Lo que está cambiando es la manera en que lo hacemos (el CÓMO).
Por eso, no veo la IA como una amenaza; más bien, creo que la IA nos ayudará a hacerlo todo de forma más eficiente. Es posible que algunas personas, de manera anecdótica, vean cómo la IA se integra en parte (o gran parte) de su trabajo. Sin embargo, ese trabajo seguirá existiendo, simplemente se llevará a cabo de manera diferente. Tal y como en su momento pasó con las agencias de viaje (ahora compramos los viajes nosotros mismos online) o los taxistas (Uber y otros).
Dependerá de todos de cómo avanza la IA pero creo que nos podría acercar a una civilización mejor (nótese que soy un amante de la ciencia ficción y soy optimista).
Para acabar, ¿cómo te ves en este mundo digital?
Me gusta imaginarme como una especie de artesano digital. Un poco a la antigua, quizás. Un pequeño “luthier”, un “mestre d’aixa” que en lugar de construir barcos construye experiencias digitales. Todo el mundo puede hacer un barco… pero no ese barco en concreto que mis clientes desean, hecho con cariño y de forma artesanal. Y la analítica, junto con mi equipo, son las herramientas que me ayudan a hacer artesanía con píxeles.