A todo el mundo le ha pasado. Y le seguirá pasando. Son muchos los que, al dar sus primeros pasos en el CRO y la optimización de su negocio digital, caen en la misma trampa: probar algo nuevo y validarlo rápidamente con un test A/B. Lo que al principio parece una gran idea acaba convirtiéndose en un problema.
El problema al que nos enfrentamos no es otro que la falta de una estrategia coherente y firme de testing. Es decir: una buena planificación de tests A/B que cumpla con los criterios correctos y perdure en el tiempo. Y este es un problema muy frecuente entre los negocios digitales.
En este artículo te explicaremos por qué en el casi 100% de los casos, los tests A/B aislados acaban fallando. Pero sobre todo te explicaremos la importancia de planificar bien tu estrategia de testing dentro de tus esfuerzos de CRO. Créenos: valdrá la pena.
El mito del test A/B: una solución rápida y confiable
Es muy fácil caer en la trampa (o en la tentación). Muchas empresas creen verlo claro: es tan fácil como testar un botón verde contra un botón rojo. Y en cuestión de horas el resultado debe ser firme y contundente. Spoiler: no funciona así.
De hecho, entre el 70% y el 80% de los tests A/B no son concluyentes. O lo que es lo mismo: tres cuartas partes de los tests que realizan los negocios digitales no arrojan datos correctos. Y eso se traduce en malas decisiones de negocio (o por lo menos no las más indicadas).
Para que puedas confiar en los resultados de tus tests, necesitas contar con una estrategia sólida. Por más que un test aislado pueda parecer lo suficientemente simple y directo, las condiciones en las que se da pueden afectar muy negativamente a los resultados. Te explicamos por qué:
Por qué un test aislado suele fallar
Hay que tener algo claro: A/B testing por sí mismo no genera resultados. Para poder utilizarlo como herramienta de CRO, necesita contar con un buen método. Una metodología que se extiende al antes, al durante y al después de realizar el test en sí.
Los tests aislados se enfrentan a muchos retos que hacen que los resultados sean débiles, poco significativos y no te permitan tomar buenas decisiones de negocio. Aunque cada test es un mundo y las variables que le afectan también, he aquí los errores más comunes a los que se enfrentan.
Falta de hipótesis clara
Para que un test arroje información útil, primero hay que identificar correctamente el problema. De lo contrario, cualquier cambio o mejora que hagamos se basará exclusivamente en nuestra intuición.
Es precisamente por eso que un buen test A/B empieza en el análisis de la situación previa: ¿qué nos dicen los datos? ¿Qué tiene que mejorar en nuestra web? ¿Hay algún comportamiento o métrica fuera de lo normal? La analítica web es la única fuente de información en la que puedes confiar.
Con el problema claro, toca arrojar una hipótesis. Un buen test A/B solo tiene un objetivo: confirmar o desmentir esa hipótesis. Y por eso es importante que lo apostemos todo a una única variable que queramos confirmar. Si tratamos de abarcarlo todo, no sabremos a qué responden los resultados.
Tamaño de muestra insuficiente
Los tests A/B no son cosa de un par de usuarios. A no ser que tu negocio digital cuente con un tráfico ingente, es probable que necesites contar con bastante tiempo como para que el test sea significativo. Por eso es tan importante saber tener paciencia.
Lanzar un test “rápidito” para sacar alguna conclusión lo antes posible no sirve de nada. Tu test debe contar con un tráfico significativo para que puedas concluir cuál de las variantes es mejor. Ese tráfico debe ser equiparable entre variantes y, sin lugar a dudas, ser representativo de tu base de datos.
Además, es importante que tengas en cuenta las características del propio tráfico en sí. Si, por ejemplo, la mayor parte de tus conversiones provienen de dispositivos móviles, no debes olvidarte de esta característica a la hora de programar tu test: hazlo directamente en ese formato para que las conclusiones sean más sólidas para tu modelo de negocio.
Duración demasiado corta
Además del tráfico, también debes tener en cuenta la duración del test. Independientemente del tráfico con el que cuentes, los tests A/B de calidad necesitan cierto tiempo para ser concluyentes. De lo contrario, pueden estar sesgados por infinidad de cosas.
Servidores caídos, fechas concretas de gran importancia, problemas en las operaciones de tu negocio… Existen infinidad de factores externos que afectan directamente a los resultados de un test y precisamente por eso es importante que cuentes con una ventana de tiempo suficiente para que los resultados “reflejen” una situación normal.
Falta de estrategia continua
El aprendizaje es acumulativo, no aislado. O lo que es lo mismo: todo lo que aprendas con un test A/B te puede servir para el siguiente. Y precisamente esa es la razón por la que una buena planificación y método de testeo es tan importante para el CRO.
La optimización de tu sitio web no depende exclusivamente de un solo test. Son muchas las variables que afectan a tus resultados y eso requiere de un plan de diferentes tests que se apoyen entre sí y te ayuden a dar con la versión definitiva para tu negocio. Y ese plan debe ser complejo.
Tus tests A/B deben estar bien organizados y planificados, con diferentes prioridades y un calendario claro. De esta manera podrás ir sacando conclusiones independientes y, a medida que avance tu plan, dar con esa versión que acabará por disparar tus resultados.
Qué diferencia hay entre una buena estrategia de CRO y un test aislado
La principal diferencia entre un test A/B completamente aislado y una estrategia de CRO de calidad es contar con un buen plan. Un plan de principio a fin que considere un buen análisis previo, una organización clara de prioridades, una ejecución ordenada y un constante aprendizaje:
- Analítica digital de principio a fin – Para poder obtener resultados reales en tu negocio, necesitas basar todas tus decisiones en los datos de los que dispones. Antes, durante y después de cada test. Los datos son la única fuente de verdad en la que puedes confiar (¡no tu intuición!).
- Identificación de insights e hipótesis – Una buena estrategia de CRO se basa siempre en una serie de hipótesis que respondan a problemas específicos del negocio y que se cimienten en información verificada y confiable (p. ej.: mapas de calor, entrevistas a usuarios o métricas clave).
- Priorización de tests y roadmap claro – Muchas veces, el CRO puede ser abrumador. Muchas mejoras, muchas hipótesis y muchas acciones requieren de un orden que se lleve a cabo de forma controlada y paulatina. De nada sirve empezar a testear sin pies ni cabeza.
- Aprendizaje e iteración constante – El CRO no es algo puntual de lo que uno después se olvida. Todo test debe formar parte de un esfuerzo continuo de mejora, con iteraciones constantes y nuevas hipótesis que permitan aumentar al máximo la conversión.
Resumen: cómo evitar que tus test fracasen
En definitiva, lo que necesitas es un buen plan. Una estrategia de CRO que planifique correctamente el antes, el durante y el después de tus tests A/B y que te permita tomar decisiones de negocio que te beneficien a la larga.
- Define hipótesis claras en base a tus datos – Empieza por identificar los principales problemas que afectan a tu conversión y genera hipótesis que se enfoquen en una sola variable para que puedas validarlas una por una.
- Asegúrate de contar con un tráfico y un tiempo adecuados – Analiza bien el tráfico de tu web y las características de tu audiencia y test para poder definir las bases y el entorno idóneos. Tómate el tiempo necesario para asegurarte de que los resultados sean fiables.
- Prioriza y programa diferentes tests – Organiza bien tus prioridades según las hipótesis que crean que puedan afectar en mayor medida a los resultados de tu negocio. Después planifica en un calendario todos tus tests evitando que se solapen entre sí.
- Mide el impacto real en KPIs claros – No te dejes engañar solo por los resultados directos de un test, necesitas entender la imagen completa. Tu negocio tiene unas prioridades claras y debes saber medir también otras métricas importantes para tu futuro.
Pasa de los test aislados a una estrategia de CRO real con Boost
Para poder entender bien los resultados que arrojan tus tests A/B, necesitan entender sus limitaciones. Si no quieres caer en conclusiones precipitadas y tomar decisiones que no reflejan la realidad de tu negocio, necesitas pasar del aislamiento a un buen plan de CRO.
Elegir bien tus prioridades, definir buenas hipótesis y tomarte el tiempo necesario para sacar conclusiones es parte de un proceso que vale la pena y acaba resultando en un crecimiento para tu negocio gracias a decisiones más estratégicas.
Si quieres empezar a diseñar una estrategia de CRO sólida, confiable y que perdure en el tiempo, contáctanos para que nos pongamos manos a la obra (de la mano de tus datos, claro).