El CRO está en boca de todos. Cada vez más agencias y consultoras digitales prometen este servicio, pero en realidad tan solo ofrecen algún que otro cambio estético sin impacto real en el negocio. El CRO se ha convertido en otra promesa vacía que solo decora la sección de servicios de sus webs.
El problema es que CRO no es sinónimo de diseño UX. Tal y como pasó hace muchos años con el concepto de UX, de tanto hablar de este concepto el CRO está acabando por convertirse en una disciplina poco clara y sin metodología clara. Pero hay esperanza: existen formas de diferenciar un servicio de CRO real.
En este post te vamos a enseñar a diferenciar un CRO real y evitar que te vendan gato por liebre. Con un sencillo método dejarás de confundirlo con un mero “lavado de cara” para tu web y sabrás en quién confiar a partir de ahora.
Qué es realmente el CRO (Conversion Rate Optimization)
El CRO real es mucho más que un servicio de rediseño. En realidad se trata de una metodología completa basada en datos que busca, a través de distintas disciplinas, identificar una hipótesis u oportunidad de optimización de resultados y testearla a través de un proceso medible y fiable.
En definitiva: el CRO no es algo estático y cerrado. Se trata de un enfoque en sí, una forma de encarar los problemas y desafíos de los negocios digitales, ofreciendo una solución integral y estructurada que se refleje en resultados reales y medibles. Un método que traduce tus datos en acciones con impacto directo en tu negocio.
A diferencia de otros servicios como el diseño UX o de marca, el CRO no necesariamente implica cambios visuales en tu web o app. Tal vez sí, pero no siempre es el caso. Un servicio real de CRO abarca todas las posibilidades y mejoras que puedan afectar directamente a tus métricas (y eso a veces no pasa por rediseñar nada).
Qué NO es el CRO (falsas promesas comunes)
Lo sabemos: el CRO puede ser un concepto demasiado abstracto. Y sí: muchas veces, el CRO incluye algunas disciplinas como el diseño UX o visual dentro de sus servicios. Pero lo importante es saber diferenciar qué es realmente CRO y qué puede ser parte del CRO.
Para saber identificar las diferencias entre el CRO y el mero diseño, es necesario saber entender el objetivo último de cada acción o cambio que se lleva a cabo. Y por eso es importante saber que no todo lo que te ofrecen está necesariamente enfocado en la optimización de tu conversión:
Cambiar colores de botones o diseñar nuevos banners
Los elementos que conforman la UX de tu web o aplicación importan. Pero no lo son todo. De hecho, apostar por un cambio radical en tus botones, banners o bloques de contenido no necesariamente tiene por qué afectar a la conversión. A veces puede incluso ser contraproducente.
Muchas agencias y consultoras se especializan en el diseño UX, pero no necesariamente toman decisiones basándose en resultados reales y medibles. Su enfoque es una experiencia fluida, cómoda para el usuario. ¿Pero y si esa experiencia no acaba por reflejarse en conversiones? Hay muchos otros aspectos a tener en cuenta. El diseño por el diseño no es la solución.
Rediseños meramente estéticos, sin hipótesis ni validación
Estar al día, seguir tendencias, crear experiencias web sorprendentes… Muchos rediseños se enfocan en cuestiones meramente estéticas o de marca. Y si bien pueden tener un efecto sorprendente a corto plazo, la mayoría de las veces no responden a ninguna hipótesis ni se validan antes de su lanzamiento.
Todo cambio que te propongan debe responder a un razonamiento lógico y debe ser validado antes de ver la luz. ¿Por qué necesitas ese rediseño? ¿En base a qué se propone el nuevo? ¿Cómo vas a asegurarte de que la nueva versión es mejor a la anterior? Todas estas preguntas tienen que estar claras desde el principio. Sin estrategia, no hay CRO.
Hacer tests A/B sin un método y estrategia clara
Puede que muchos te vendan algún que otro test A/B. Una validación rápida de los cambios. Pero una validación sin ton ni son. Una buena estrategia de tests A/B implica mucho más que dos versiones y un par de días de tráfico web.
La comprobación de hipótesis de un servicio real de CRO va más allá de un solo test. Se trata de un sistema continuo de testeo y validación, con una serie de condiciones que hagan que los resultados sean representativos y fiables. Y este sistema se extiende en el tiempo, porque el CRO, como ya sabes, es algo que no acaba.
Señales de que te están vendiendo tan solo algunas mejoras visuales
No es CRO todo lo que reluce. Y por eso es importante estar alerta y saber identificar las “red flags” antes de que alguna agencia o consultora te venda un rediseño como una estrategia real de CRO.
- No hay investigación previa ni análisis de datos sólido – Algo bastante común es saltar a las soluciones sin realmente pararse a analizar el origen de los problemas. Un buen servicio de CRO siempre pasa primero por una auditoría digital, poniendo orden entre tus datos y sacando conclusiones gracias a ellos.
- No hay hipótesis claras ni objetivos definidos – Mejorar por mejorar no es una hipótesis. Es posible que traten de venderte un rediseño como algo lógico en línea con nuevas tendencias, pero no siempre tiene por qué ser algo mejor. Siempre debe haber un razonamiento detrás.
- No se definen métricas de negocio ni criterios de éxito – El CRO va más allá de la conversión. Y puede que tu negocio necesite enfocarse en otras métricas importantes. En general, cuando no se trata de un servicio real de CRO, las métricas no están claras y se enfocan en meros aspectos superficiales.
Cómo identificar un servicio de CRO auténtico
La clave para saber diferenciar los servicios de CRO de cualquier otro servicio es aprender a hacer las preguntas correctas. Y es que la diferencia entre una agencia que “promete” CRO de la que realmente “hace” CRO está en el método que sigue. Si no sigue estos criterios clave, olvídate de ver resultados sólidos y fiables:
1- Método basado en datos
Todo CRO que se precie se guía siempre por los datos. La analítica digital es la brújula de cualquier acción de optimización de conversión que vayas a llevar a cabo. Y por eso es importante que lo primero que te ofrezca una agencia o consultora sea una buena auditoría de tus datos.
Gracias a este método podrás identificar posibles fallas en tu analítica, duplicidades en tus datos o alguna que otra incongruencia entre ellos. Y lo más importante es que un CRO basado en datos siempre te ayudará a identificar el problema de raíz y no basarte en suposiciones o ideas abstractas de algún diseñador.
2- Un proyecto con hipótesis y objetivos claros
El CRO siempre sigue una lógica clara y ordenada. Gracias a un buen análisis de los datos se identifica el problema principal para el negocio, en base a la información disponible sobre el comportamiento de usuarios se propone una hipótesis y, una vez diseñada una solución, se valida con una buena estrategia de testing.
Pongamos por ejemplo que los datos arrojan un dato clave: tus clientes se caen del proceso de compra en el paso de selección de tipo de envío. Problema identificado. Tras analizar los mapas de calor, el equipo identifica que hay demasiados clics en un botón que no está activado. Hipótesis: hay que cambiar el diseño de ese botón. El siguiente paso es rediseñar esa página y validarla con tests A/B sólidos.
3- Una estrategia de testing estructurada
La validación de cualquier hipótesis debe seguir una estrategia de testeo clara. Para ello, el entorno debe estar bien preparado. Las diferentes alternativas deben contar con un tráfico suficiente para que los resultados sean representativos y el test debe durar lo suficiente como para que no se trate de un resultado fortuito.
También es importante tener en cuenta otros factores clave para tu negocio. Si, por ejemplo, la mayoría de tu tráfico y conversión se da en dispositivos móviles, también tienes que asegurarte de que el test se dé en ese entorno. En definitiva, un buen servicio de CRO tiene en cuenta todas esas variables que a muchos se les escapan.
4- Resultados e impacto medible en tu negocio y resultados
Siempre tienes que tener algo claro: el CRO se traduce en resultados medibles y fiables. Es decir: cualquier iniciativa que lleves a cabo tiene que ser tangible para tu negocio. Nada de “percepciones”, “valor de marca” o “satisfacción de tus clientes”. El CRO se traduce en cifras.
Dependiendo de las métricas y objetivos que haya fijado tu estrategia de CRO, todas las acciones que lleves a cabo tendrán un impacto positivo en tus ventas, leads o incluso ROI. Si tu proveedor o agencia no te da datos concretos, olvídate de estar haciendo CRO. Estás haciendo otra cosa.
La diferencia entre “pintar” y optimizar es contar con el apoyo de expertos como Boost
Rediseñar tu web o experiencia de usuario sin una buena estrategia de CRO es como pintar una casa por encima de las grietas: quedará bonita por fuera, pero no tendrá unos cimientos sólidos. Será un parche que no solucionará el problema de raíz.
Entender las diferencias entre CRO y diseño UX es clave para evitar que te vendan un servicio superficial. La optimización de tu conversión va mucho más allá de soluciones y cambios estéticos, se trata de una metodología completa que tiene en cuenta aspectos mucho más profundos de tu negocio.
Si de verdad quieres que las acciones que llevas a cabo se conviertan en resultados medibles y con impacto en tu negocio, apuesta por una buena consultora de CRO. En Boost ayudamos a negocios digitales como el tuyo a convertir sus datos en el motor de cambio y crecimiento que necesitan. ¿Te animas a comprobarlo?