Diseño inclusivo: por qué accesibilidad y conversión van de la mano

19 de septiembre de 2024
7 min read

El mundo siempre ha sido diverso. Pero en los últimos años la diversidad ha ido ganando espacio en nuestras vidas. Cada vez somos más conscientes de la variedad y complejidad del ser humano y sus necesidades. Y cada vez más somos más conscientes de la necesidad de tener una mente más abierta.

A pesar de que la variedad muchas veces se confunde con la cantidad, la solución no siempre pasa por dividir y multiplicar. La complejidad del ser humano muchas veces requiere de soluciones más sencillas y universales. Una única opción que sirva para todos.

De eso precisamente trata todo esto del diseño inclusivo. De dar con una solución que tenga en cuenta a todas las personas y sus diferentes necesidades y que sea capaz de funcionar igual. En este artículo te vamos a explicar todas las claves de este diseño y cómo puedes empezar a implementarlo en tu web desde hoy mismo.

¿Qué es el diseño inclusivo y por qué es importante?

Lo que entendemos por diseño inclusivo no es más que aquel diseño que busca garantizar que todos los usuarios, independientemente de sus capacidades, puedan interactuar correctamente con una interfaz y lograr sus objetivos. O sea: un diseño que tenga en cuenta a todo el mundo.

La inclusividad es una corriente en el diseño cada vez más relevante que tiene en cuenta absolutamente toda la diversidad que existe entre los usuarios de una web. Desde su género y contexto social, hasta sus posibles discapacidades físicas o mentales. 

Dentro de la inclusividad también encontramos el concepto de la accesibilidad. El diseño accesible es algo así como una disciplina dentro de la inclusividad, una rama del diseño que tiene en cuenta exclusivamente las discapacidades de los usuarios y busca evitar interrupciones en su experiencia.

La ética de un diseño accesible

Aunque la inclusividad vaya más allá que la accesibilidad y se pueda considerar “opcional”, cada vez son más las voces (y gobiernos) que exigen cierta responsabilidad a la hora de realizar diseños web. 

Las consideraciones éticas del diseño accesible han acabado por convertirse en leyes que garantizan que todos los usuarios puedan acceder, comprender e interactuar con las webs. Leyes como el Plain Language Act de Estados Unidos que obliga a utilizar lenguaje comprensible en las comunicaciones oficiales o el futuro European Accessibility Act que garantizará el acceso a productos y servicios para personas con necesidades específicas.

En definitiva: la inclusividad y la accesibilidad no son ninguna broma. Puede que muchos lo consideren algo secundario, un nice to have al que todavía no hay que prestarle demasiada atención. Pero lo cierto es que ya sea por imperativo legal o por pura ética, ya deberías tener el concepto diseño inclusivo grabado en tu mente.

Cómo afecta la inclusividad a la conversión

No todo pasa por la ética. La inclusividad también tiene beneficios más terrenales para ti y tu web. Uno de ellos (y por lo que estamos todos aquí reunidos) es el aumento en la conversión. Un resultado que demuestra que, tener en cuenta a todos, te sale muy a cuenta.

Para no entrar en una lista interminable de toooodos los beneficios específicos de la inclusividad de cara a la conversión (créenos, hay muchos), hemos reunido los principales en 2 grandes bloques que lo resumen todo a la perfección. Son estos:

Mejora la experiencia de todos los usuarios

Tiene sentido, ¿no? El diseño inclusivo tiene en cuenta todas las diferentes experiencias e interacciones que puede estar teniendo un usuario en función de quién sea y eso ayuda a que la usabilidad de tu sitio web mejore (y mucho).

Y no, no se trata de diseñar 300 tipos de experiencias de usuario. Se trata de diseñar una lo suficientemente versátil y empática como para agrupar a todos los usuarios sean quienes sean. El ejemplo más claro: la cuestión de género. ¿Para qué hablar de “ellos/ellas/elles/ellxs” si puedes sencillamente hablar de “las personas”?

La inclusividad garantiza que reduzcas al mínimo posible las fricciones en la experiencia de usuario y, en consecuencia, en el proceso de conversión. Evitar la sensación de exclusión u “otredaden tu web hará que el usuario interactúe con ella sin pausas ni interrupciones. Siendo simplemente quien es.

Aumenta el tráfico y el público objetivo

Por otro lado, una web inclusiva es una web que abre nuevos horizontes. Cuantas más personas se sientan interpeladas y bienvenidas en tu web, más podrás ampliar tu público objetivo y, con suerte, tus conversiones.

Lo más interesante de todo esto es que detrás de una web inclusiva y accesible, se esconde una estructura mucho más eficaz en términos de posicionamiento web (SEO). Si sigues las buenas prácticas de accesibilidad, tu web estará mejor posicionada y llegará a todavía más gente.

En definitiva, una web que cumpla con todos los criterios de accesibilidad e inclusividad supone un aumento de las oportunidades de conversión simple y llanamente porque es capaz de llegar a más gente. Y cuanta más gente, más posibilidades de convencerles de que acaben convirtiendo.

Principios clave del diseño inclusivo

Vistas las ventajas de la inclusividad, ¿te parece que pasemos a lo realmente importante? O sea: cómo poner en práctica los criterios de accesibilidad e inclusividad a la hora de diseñar tu web y tu proceso de compra.

  • Claridad y legibilidad 

Aunque no todo el mundo esté de acuerdo: la percepción de una web es igual de importante que su contenido. Y es que si tu web no es fácil de decodificar, ya sea por el tamaño de su tipografía o por una combinación de colores errónea, las posibilidades de que el usuario acabe por convertir son mínimas. Por lo tanto, siempre tienes que asegurarte de que tu web sea clara y legible.

  • Operabilidad

Garantizar que tu web es fácil de navegar y su diseño es intuitivo también es clave para ser inclusivos. Si los procesos, las acciones y los requisitos no están claros o no tienen en cuenta las diferentes realidades de los usuarios, es difícil conseguir que todos tengan una buena experiencia.

  • Comprensibilidad

Además de ver y navegar, también es clave entender. Al diseñar tu web tienes que tener en cuenta a todas las personas que van a interactuar con ella y adaptar tu mensaje a su nivel de comprensión. Ser claro y conciso es una gran virtud si hablamos de accesibilidad.

  • Adaptabilidad

Hay que adaptarse a las diferentes situaciones y tu web no puede ser menos. Diferentes dispositivos, sistemas operativos, experiencias personales, necesidades puntuales… Tu web debe ser siempre lo suficientemente versátil como para encajar en cualquier contexto. 

Empieza a poner en práctica la accesibilidad e inclusividad con Boost

Nosotros lo tenemos muy claro: para que una web funcione y sus resultados sean los mejores, no hay que dejar a nadie en el proceso. Y no nos referimos a los puntos de fricción de tu funnel de conversión. Nos referimos a respetar siempre que sea posible los criterios de inclusividad y accesibilidad.

Si tú también quieres garantizar que tu web sea accesible, adaptable y respetuosa, todo empieza por un formulario para que podamos conocer tu caso un poco mejor (y podamos  adaptarnos a él, por supuesto).

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